jueves, 4 de octubre de 2007

Henry James dijo: “Hay pocos momentos en la vida tan agradables como la hora del té”. Y Gladstone dijo “Si tienes frío, el té te calentará; si tienes calor, te refrescará; si estás deprimido, te animará; si estás excitado, te calmará”.

Me encanta el té. Especialmente el Earl Grey con una nube de leche. Tomar el té los domingos de invierno (o cualquier otra tarde, pero los domingos más) es un ritual maravilloso al que no podría renunciar.

La tetera. La tetera debe ser de loza o porcelana y no debe lavarse nunca. Simplemente se aclarará con agua. El té irá tiñendo el interior, pero por muy marrón y feo que se ponga su interior no se debe lavar nunca con estropajo y jabón.

El té. Hay muchísimas variedades y mezclas de té, English Breakfast, Traditional Afternoon, Assam, Ceylán, Darjeeling, Lapsang Souchong, Earl Grey, Lady Grey… y miles más… Yo prefiero el Earl Grey, que está aromatizado con bergamota, pero es cuestión de gustos, de probar, de dar con un favorito.

A mí me parece que el té en bolsitas debería estar prohibido. Se secan con el tiempo y pierden el aroma. Y, además, desaparece el ritual. Es mejor utilizar té en hojas y guardarlo en un bote o lata herméticos.

Para hacer el té, lo primero es hervir el agua. Lo mejor sería tener una kettle para calentar el agua, de las que se ponen al fuego y pitan cuando hierve (las hay eléctricas, pero tienen mucho menos encanto).

Cuando el agua hierva, vertemos un poco en la tetera y la movemos para que el agua la caliente, tiramos esa agua e inmediatamente echamos el té: una cucharada por persona y otra más para la tetera y llenamos la tetera con agua hirviendo, removemos con una cuchara y tapamos. Cuando lleve un par de minutos lo volvemos a remover.

Cada mezcla de te tiene un tiempo de infusión, aunque casi todos están entre 3 y 5 minutos. Esto también dependerá de si el té nos gusta fuerte o suave.

Si se va a tomar con leche, ésta siempre estará fría.

El azúcar es optativo, a mi no me gusta el té dulce.

Se puede tomar acompañado de un montón de cosas, dulces o saladas: tostadas con mantequilla y mermelada o miel, galletas, pastas, bizcochos, plum cake, scones, tartas, brioches, sándwiches (salmón, pepino y queso, huevo duro, berros y mayonesa, jamón…).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo dudas:

¿Se puede utilizar el microondas para hervir el agua?

¿Necesito una "kettle" para ello, o me sirve cualquier otro recipiente?

¿Dónde puedo comprar una?

Gracias.

Cuaderno de Cocina dijo...

Supongo que sí que puede hervirse el agua en el microondas, aunque no es muy ortodoxo y yo no lo haría nunca. Si no tienes una kettle puedes usar un cazo, y retirarlo del fuego en cuanto el agua rompa a hervir. Las kettles las venden en las tiendas de menaje, artículos de cocina, decoración (Casa, La Oca, Ikea...) y, por supuesto, en los grandes almacenes.